SOCIALES
La fiscal Verónica Zamboni imputó como autores a los ocho jóvenes detenidos.
Publicada el Lunes 17 de Febrero de 2020
a fiscal Verónica Zamboni, a cargo de la investigación del homicidio de Fernando Báez Sosa, ocurrido hace un mes en Villa Gesell, imputó a los ocho detenidos como coautores del brutal asesinato.
Hasta el momento, solo Máximo Thomsen y Ciro Pertossi estaban imputados como autores. Lucas y Luciano Pertossi, Matías Benicelli, Enzo Comelli, Blas Cinalli y Ayrton Viollaz estaban acusados de ser partícipes necesarios de crimen.
La fiscal sumó a la acusación por homicidio doblemente agravado otra por lesiones leves por las agresiones que, en el contexto del ataque y posterior crimen, sufriero n Ignacio Vaudagna, Juan Manuel Pereyra Rozas, Juan Bautista Besuzzo, Lucas Begide y Tomás D´Alessandro, todos amigos de la víctima.
Sobre Guarino y Milanesi, la fiscal Zamboni explicó en su nueva imputación que ambos jóvenes ayudaron a los autores del homicidio "incrementando la superioridad numérica, previo acuerdo a tal fin, cooperando en la huida de los mismos para lograr la impunidad del hecho [por el homicidio].
En esta nueva instancia la fiscal Zamboni sostuvo que Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Comelli, Matías Benicelli, Blas Cinalli, Lucas Pertossi, Luciano Pertossi y Ayrton Viollaz "acordaron darle muerte a la víctima" para lo cual distribuyeron "funcionalmente el rol de cada uno para la comisión del hecho.
Citó que, a su criterio y según surge de las pruebas recopiladas en su investigación, acordaron darle muerte "cumpliendo de ese modo el plan premeditado, dividiéndose las tareas".
A los cinco primeros les atribuye el ataque, abalanzados por detrás para sorprender a Báez Sosa. "Aprovechando que se encontraba de espaldas e indefenso y actuando sobre seguro en virtud de la superioridad numérica y física", dijo.
La representante del Ministerio Público remarcó que [los acusados] se aprovecharon del estado de indefensión de la víctima y siempre "con el fin de darle muerte y cumplir lo pactado" le aplicaron "varias patadas en su rostro y cabeza".
A los otros tres les asignó el rol de generar una suerte de barrera que impedía a los amigos de Báez Sosa lo defendieran.
La Nación.