ECONOMÍA
Mercedes Marcó del Pont, titular del organismo recaudador, advirtió que investigará a 17 argentinos que dejaron de tributar en el país
Publicada el Martes 18 de Febrero de 2020
Ya lo advertían los gerenciadores de patrimonio y los tributaristas: a mediados del año pasado, cuando comenzaron los llamados, los trámites de cambio de residencia fiscal se hacían muy discretamente. Nadie quiere caer en la mira del fisco. El temor de quienes se animaron se confirmó esta mañana, cuando Mercedes Marcó del Pont, titular de la AFIP, avisó que investigará a 17 personas que dejaron de tributar en la Argentina.
Ante la preocupación de quienes ya realizaron el trámite o piensan hacerlo, los tributaristas recomiendan cumplir a rajatabla -y "excederse" en el cumplimiento de- los requisitos de cambio de residencia fiscal.
En caso de que no se cumpla alguno de los requisitos, aclara Miguel La Vista, del estudio La Vista Casal, el fisco argentino dirimirá la cuestión teniendo en cuenta el "centro de intereses vitales". A grandes rasgos, para determinarlo es necesario responder a algunas consultas como adónde tiene su casa y su trabajo el contribuyente y adónde reside su familia, en caso de que la tuviera.
Con respecto al aviso de Marcó del Pont, quien dijo que investigará si hubo un "objetivo genuino" que motivó los cambios de residencia fiscal, La Vista aclara que el Estado "no tiene la facultad de pedir explicaciones" sobre por qué una persona decide irse. "El fisco puede controlar el cumplimiento de los requisitos, pero no la causa", añade.
¿Qué ocurriría en caso de que las personas que hayan abandonado su residencia fiscal en la Argentina no cumplan con los requisitos necesarios? Entonces puede declararse la doble residencia fiscal, explica el tributarista César Litvin, de Lisicki Litvin & Asociados.
"Es el peor de los mundos -sentencia-, porque uno pasa a ser contribuyente de los dos países". Para "salir" de la doble residencia, Litvin aclara que hace falta poner todos los papeles en regla: "Dejar de tener actividades personales en la Argentina, aunque se puede seguir siendo accionista o titular de activos, y evitar los grises en el centro de intereses vitales", recomienda.
Además, si el contribuyente abandonó la residencia fiscal en la Argentina y la AFIP considera que hubo irregularidades, deberá pagar los intereses y las sanciones correspondientes a la omisión de impuestos.
Para La Vista, las personas que hicieron su cambio de residencia fiscal probablemente recibirán algunas consultas por parte del fisco argentino. "Eso es esperable", adelanta. La recomendación, entonces, es "jugar lejos del límite": si el país donde el contribuyente tiene su residencia fiscal solicita que permanezca allí más de 180 días, quedarse 300, por ejemplo.
"Tomar la decisión de irse es mucho más trascendental que la cuestión fiscal: si el cambio de residencia también incluye una decisión personal o familiar, aquel que haya cumplido con los requisitos y esté dentro del marco de la ley no tiene por qué temer", cierra La Vista.
La Nación.