INTERÉS GENERAL

El récord de la sanjuanina en el Aconcagua no se certificó

El Club Andino Mercedario dijo que no pudo demostrar que hizo cumbre, además hay varios testimonios en su contra.

Publicada el Domingo 3 de Febrero de 2019



El récord de la sanjuanina en el Aconcagua no se certificó

La sanjuanina Sonia Procopio saltó a la fama al batir un récord Guinness por subir al Aconcagua en la ruta 360º -da toda la vuelta al cerro- en un tiempo de 39 horas y 30 minutos, rompiendo la marca anterior que pertenecía a la alemana Suzanne SunnyStroeer (41h 03'). Pero pronto comenzaron las dudas sobre la veracidad de la hazaña, incluso una página web especializada publicó: "Fraude en 360" y desacreditó el logro de la atleta de 39 años, especializada en trail running (carreras por senderos de montaña). Finalmente, esta publicación informó que las autoridades del Parque Provincial no certificaron el récord por falta de pruebas.

El sitio www.alpinismonline.com dio a conocer un informe realizado por los especialistas Fernanda Insúa y Carlos Eduardo González bajo el fuerte titular "Fraude en 360". Allí destacan, que además de los testimonios conocidos, una andinista de Kosovo y otro de Croacia, mencionan las pistas de la falta del testimonio de la cumbre, en lugar del cual sólo trajo la sanjuanina por adopción -ya que nació en Buenos Aires- unas rocas.

La palabra oficial: "No se certifica"

El dato más convincente de la publicación es el de la voz oficial del Parque Provincial Aconcagua, informando que, "tal como consta en el acta 396 la atleta manifestó haber llegado a la cumbre pero no ha presentado la prueba fotográfica solicitada de un testimonio que se le entregó al iniciar el recorrido. Al terminar el recorrido manifiesta que no pudo tomar fotos por lo que se deja asentado que está pendiente de corroborar el récord con alguna prueba. Se asienta la hora de salida y los tiempos que ella manifiesta pero NO SE CERTIFICA (acta 3.800)".

La propia Procopio se encargó de aclarar en una entrevista que no es andinista y manifestó que la falta de la prueba fotográfica se debió que  cuando atravesaba La Canaleta (cerca de la cumbre), un fuerte viento le voló, entre otras cosas, sus lentes y la cámara fotográfica.

La bronca de los andinistas

Más allá de los dichos de Sonia, menospreciando a los verdaderos andinistas y llamándolos "lentos" y vestidos de "astronautas" (e innecesariamente según ella), quienes compartieron ruta se dieron cuenta que no venía preparada logísticamente y que sólo pensaba en el récord.

El experimentado andinista Carlos Matías Sergo Pezoa, poseedor de varias plusmarcas en el Aconcagua, dudó viendo los tiempos parciales de Procopio y su acompañante, Nazareno Basualdo (quien sí tuvo que cargar con lo necesario para la supervivencia en la expedición) señaló: "Muchos de los que trabajamos aquí sabemos que el demorar del (Campamento) Base al Cólera 8 horas no es un tiempo como para un deportista que viene a batir un récord. Cualquier porter (porteador) desde el más lento al más rápido demora menos de 5,30 horas, pero al margen de eso muchos creyeron en que lo había logrado y se pusieron contentos porque el récord quedaba en el país", comentó el deportista que batió el año pasado el récord de cumbres en una temporada, con 10 cimas logradas.

A Carlos le llamó la atención que Procopio y compañía traían pequeñas mochilas de 15 litros, no sabía qué ropa usar, y que en un tramo en que la acompañó vio que sus lentes eran "tipo ferretería".

Pezoa encontró a Sonia a las 13.30 a medio camino entre Campo 3 Guanacos y Cólera, y ella comentó que “estamos haciendo 30 pasos y descansamos 30 segundos”. Inmediatamente el andinista sacó cuentas: “Llevan 7 horas y 30 minutos hasta acá. A ese ritmo y les falta una hora para llegar a Cólera, mínimo tienen ocho horas hasta la cumbre manteniendo el ritmo. Es casi imposible porque deberían hacer cumbre cómo a las diez de la noche”.

Luego se supo que a las 20.30 Sonia y Nazareno avisaron por radio que estaban en el campamento Independencia, a 6.500 m.s.n.m., que habían hecho cumbre, y que seguirían bajando. Al llegar a Nido de Cóndores, la sanjuanina por adopción debió ser atendida por problemas oculares (había perdido las gafas) y mucho cansancio, pero quería continuar bajando, pensando el el tiempo para batir la marca. A estos registros de tiempos extraños, se sumaron luego los testimonios que indicaban que la atleta había llegado sólo a la cueva, a 150 metros de la cumbre.

Fuente: Diario Uno



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